Entrevista en el diario Información

La enseñanza, la defensa de los derechos de los trabajadores y la militancia ecologista han sido los tres ejes por los que ha transcurrido la mayor parte de su vida. Ahora a los 60 años, José Manuel López Grima, acaba de cerrar una etapa, la de maestro de escuela, como le gusta denominarse, profesión a la que se ha dedicado desde 1974 y, la mayor parte, en Rojales. Ahora afirma que seguirá defendiendo los ideales y las causas de siempre.

E. DE GEA

José Manuel López Grima (Rojales, 1950), maestro desde el curso 1974-1975, acaba de jubilarse pero continúa con las espadas en alto por defender su territorio; sobre todo, el río Segura y su huerta tradicional. Fue fundador de la Intersindical Valenciana (STE-PV), de la Asociación de Vecinos La Noria de Rojales, del Movimiento de Renovación Pedagógica, de la Coordinadora Pro-Río Segura y de la plataforma cívica comarcal Segura Limpio. Fue concejal en Rojales por IU y ahora es miembro de la Comisión del Agua de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) por parte de los colectivos conservacionistas. Ahora dedica gran parte de su tiempo a cultivar el terreno de huerta que heredó de sus padres.

¿Cuál es la situación del Segura, que fue calificado como el río más contaminado de Europa?

Las administraciones se pusieron manos a la obra tras las multitudinarias manifestaciones ciudadanas, como por ejemplo la de Murcia, con 40.0000 personas, después de décadas de abandono y ruina. Es incomprensible que la ciudad de Murcia no tuviera depuradora, como lo es también ahora que la mayoría de depuradoras no dispongan de tratamientos terciarios. El río tiene vida, ranas y peces, que coincide con una situación de bonanza de agua en la cuenca porque jamás he conocido un verano como el pasado, con tanto caudal. Ha sido un año espectacular. Con todo, ahora carezco de datos objetivos para conocer su estado. Desconozco si se ha resuelto el tema de los purines de los cerdos, de si se tratan o como se tratan los vertidos altamente contaminantes de las industrias de curtidos de Lorca o si continúa el robo de agua para desviarla a usos no autorizados mediante un mercado negro. En realidad comprobaremos la situación del río cuando ya no circule por él tanta agua. Desde hace tres años no se convoca al Consejo de la CHS y estoy pendiente de que me conteste a estas preguntas el comisario de Aguas, Manuel Aldeguer. Ahora carezco de otros datos para opinar aunque a la vista está que ha mejorado el río.

Usted fue portavoz y uno de los elementos claves, cuando era concejal junto con el ex alcalde de Rojales, Antonio Martínez, de la creación de la Plataforma Cívica Comarcal Segura Limpio.

La Plataforma fue un movimiento socio-político seriamente a estudiar por cualquier universidad, de organización asamblearia, popular y democrática, que consiguió sentar en una mesa en las mismas condiciones y con el mismo valor de cada voto a ciudadanos de a pie, a agricultores, alcaldes, diputados y conselleres, e, incluso, a presidentes de comunidades. A pesar de que muchos que se manifestaban para exigir la descontaminación del Segura lo hicieron inmoralmente, porque intentaban acabar por todos los medios con este movimiento que devolvió a la comarca su dignidad. No eran capaces de compartir el liderazgo, pero la fuerza del movimiento popular los obligó a ello. Al final consiguieron que esta organización no perdurara en el tiempo y en ello tuvieron mucho que ver los alcaldes de la Vega Baja. Fuimos un movimiento ejemplo, no sólo para esta cuenca sino para otras para recuperar un río y una tierra. No sé si somos capaces todavía, con el paso del tiempo, de comprender lo bien que lo hicimos para poner fin a una situación límite, con mucha tolerancia y respeto, a la que estaba sometida la Vega Baja. La movilización ciudadana fue mucho más efectiva que la justicia, en la que no creo. La plataforma desapareció porque interesaba a muchos. Nos faltó tiempo para terminar todo el trabajo y dar el salto definitivo para pasar de una cloaca a una agricultura ecológica en la huerta, entre otros.

¿Cuál es a su parecer la situación de la educación pública?

He creído desde siempre en un modelo autónomo para la enseñanza gestionado por cada centro, con recursos y controles públicos, pero al final se ha comprobado lo contrario. Estamos ante un modelo similar al que había cuando comencé a dar clases, hace 37 años, donde los directores de los centros están por encima del bien y del mal, y donde los claustros están relativamente muertos. Los directores son elegidos antidemocráticamente por la Administración. Otra carencia del sistema público es su gratuidad que ha avanzado poco. En la II República había más gratuidad. Lo del bono escolar está bien, pero ha quedado desfasado ante el coste de los materiales. Todas las familias no tienen la misma disponibilidad, por ello, hay que ir a compartir libros y materiales para hacer la enseñanza más justa donde, se haga partícipes a los niños y se les implique. He apostado durante toda mi vida por una enseñanza democrática, participativa y laica, sin religión ni adoctrinamientos, ya que sólo se puede educar y enseñar lo racional y lo comprobado. Nuestra administración educativa se distingue porque le interesa más la educación privada que la pública. Es una vergüenza tener barracones o que, por ejemplo, generaciones que han pasado por el Príncipe de España de Rojales y no han disfrutado de lo que se llama nuevas tecnologías. Cuanto mejor sea la escuela pública de un país menos cárceles habrá, menos delincuencia y menos violencia y más progreso y democracia, pero a muchos ésto no le interesa.

¿Cómo ve la situación de la huerta tradicional?

No existe prioridad política para poner en valor la huerta y que sea rentable para los agricultores, que es la mejor forma de protegerla. Se trata de un espacio agroecológico, cultural e histórico de primer orden que debería tener la Q de calidad. Es un patrimonio natural, ecológico y económico casi único en el mundo. Hay que buscar medios y mecanismos para que los agricultores reciban precios justos por su trabajo y evitar los especuladores. El problema estructural del campo, como en otros tantos sectores, es el capitalismo que sólo le interesa el beneficio económico. Es una gran tragedia que nadie se preocupe por la huerta ya que la preocupación hacia ella es mínima e incluso nula por parte de las administraciones. Los ayuntamientos deberían dar ejemplo, pero se han dedicado a lo fácil, a lo que parecía la única solución: construir. Un problema muy grave es que el campo casi ya no tiene recursos humanos. No hay hijos cultivando y aprendiendo esta cultura milenaria.

¿Qué opina de los continuos escándalos político-empresariales que está sufriendo la provincia y la comarca en especial?.

En la Vega Baja se huele pero ya no tanto por el río sino por la supuesta corrupción política relacionada con las basuras ahora y, desde hace mucho tiempo, por el urbanismo. Es penosa tanta miseria y corrupción. De manera urgente hace falta una regeneración ética de nuestros políticos. La culpa de ello en buena parte la tiene la falta de unas estructuras sociales y de ciudadanos de base, que están muy débiles. Los 27 alcaldes de la Vega están obligados a ofertar y llegar a un acuerdo para construir un vertedero público y no privado. Se tiene que tener la idea de que un vertedero público es necesario, no es un foco de contaminación sino de riqueza.

¿Era necesaria una huelga general como la del 29-S?

Todos los trabajadores deberían haberla apoyado sin miedo. Es la única herramienta que le queda a los trabajadores ante el gran poder del Capitalismo. Es penoso el haber llegado a esta situación La crisis actual provocada y preparada a conciencia por el capital es la mayor revolución capitalista en toda la historia de la humanidad que significa repartir la falta de derechos laborales y la miseria entre todos los trabajadores del mundo y no la riqueza que sigue en manos de los mismos. Es el mayor ataque contra las conquistas sociales. Se ha dado dinero a mansalva a todos los trabajadores pero, para tenerlos atados con hipotecas y generar la situación actual donde los empresarios les dicen -si no te interesa te vas- a la hora de rebajar y suprimir derechos y prestaciones de todo tipo y encima la Patronal pide más medidas contra los trabajadores.