Parece mentira, pero es la pura realidad .La huerta tiene ya una utilidad real , la de mantener el nombre de nuestra querida peseta.
En estos momentos nadie se atreve a poner el precio de lo que vende en pesetas, por una razón clara, no asustar. El precio de un actimel, de una barra de pan, de un café ...etc. y no digamos de un Mercedes o un BMV , asustaría a cualquier consumidor.Pero en nuestra sufrida huerta, seguimos utilizando la peseta para no deprimir demasiado a nuestros queridos campesinos.
Debe conocer la opinión pública de esta tierra, de nuestro país , de nuestro estado y de Europa , que a nuestros trabajadores del campo le damos de precio por su sudor y por sus excelentes frutos 4, 5, 7, 10, 12 pesetas por kilo de naranjas,limones...etc. y de otros productos.
Esta parece la manera que una pandilla de especuladores, burócratas y políticos que siguen ocupando cargos de agricultura en Ayuntamientos, Diputaciones, Consellerías, Ministerios y Unión europea piensan animar a los nietos y nietas de campesinos a buscar una salida laboral digna en su huerta.
Es penoso ver la respuesta de esta gente tan sufrida y castigada que se le ha alienado tanto que sus dosis de rebeldía han desaparecido , por el sudor y las lágrimas, cuando ven llevarse de esta manera tan indigna el trabajo de todo el año.
Es fácil venir a Los Montesinos y el señor Conseller del Gremio, culpar al gobierno del Estado y de Europa, de los males de los agricultores y al mísmo tiempo no es capaz de decir que ellos son el grupo mayoritario en el Parlamento Europeo y en todos los órganos de la organización de "mercaderes" que han convertido la Unión Europea.
No pretendo quitar ni un ápice de la responsabilidad del gobierno del Estado, todo lo contrario, la ministra de agricultura no trabaja y el gobierno en pleno tampoco para favorecer los intereses de esta tierra y de estas gentes.
Se dan razones estratégicas, geopolíticas para mantener relaciones económicas con paises que explotan sin ningún reparo a las trabajadoras y a los trabajadores, con escaso control fitosanitario de sus productos y unos escasos controles fiscales.
¿No hay razones de ningún tipo para defender las despensas autóctonas de Europa?
No puedo olvidar a los "patriotas" que marchan a otros países a producir con nuestra tecnología, nuestros productos y después venderlos como nuestros. A estos piratas no se les castiga, no se les legisla como a aquellos que evnden patentes de Renault, Mercedes...etc a otros países.¿Qué diria cualquier país que defiende los intereses estratégicos de su pueblo, viendo lo que ocurre en este país con la agricultura?.
Son muchos los especuladores que buscan jornales de esclavitud, precios feudales de tierra y pocos controles fiscales para producir con la tegnología que este país tiene.
Subir el precio de la luz, el tren, el gas,etc. no es intervenir, es preocuparse de unos sacrificados empresarios que reparten a final de año grandes fortunas en euros €, pero no se puede poner un precio justo a los productos del campo, porque a eso le llaman intervención y la unión de mercaderes legisló rápido para que un marco legal impidiera debilidades de gobiernos pegados a su pueblo.
No debe de extrañarnos el trabajo que realizan los gobernantes para asegurarse su futuro.Debemos mirar las listas de responsables políticos que ocupan cargos en estas empresas cuando dejan la política, son pocos los que vuelven al campo a trabajar.
A los defensores de AGUA PARA TODOS no les veo movilizar, en Madrid y en Bruselas a favor de la dignidad de los hombres y mujeres del campo.
Debemos tener claro que la defensa del campo pasa exclusivamente por los que trabajan en él, y por grupos solidarios de personas que no trabajando en el campo buscan una nueva forma de vida más digna y humana para el conjunto de toda la población.
No podemos seguir permitiendo una competencia desleal entre productos del mismo nombre, pero con distinto coste de producción y control fitosanitario.
La globalización como la entiende este modelo neoliberal , no ayuda a los pueblos oprimidos a salir de su esclavitud, todo lo contrario, iguala a los trabajadores y trabajadoras en la miseria y enriquece cada vez más a especuladores y banqueros.
Nuestros productos deben garantizar la calidad y la salud de sus consumidores y al mismo tiempo posibilitar la vida con dignidad para todos los que trabajan en la huerta.Esa es la única forma seria de garantizar el futuro de la huerta , de los huertanos y las huertanas.
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